CADA VEZ SON MÁS LAS CONSULTAS POR EL LLAMADO SÍNDROME TEXT NECK

Efectivamente, cada vez son más frecuentes las consultas en clínicas y hospitales por dolores cervicales, debido al uso prolongado de celulares, tablets y netbooks. Estas enfermedades tecnológicas son propias de estos tiempos en donde la tecnología está presente en cada momento de nuestras vidas, tanto en los momentos de ocio como de trabajo.

El síndrome es conocido como “text neck” o cuello de texto, que se presenta debido a una inclinación indebida del cuello hacia adelante para escribir los textos en los celulares, así como también uso de tablets, netbooks y computadoras. Los pacientes generalmente ingresan a la consulta médica con síntomas de dolor y rigidez en la columna, mareos y dolores de cabeza, desconociendo que esas dolencias son ocasionadas por el uso indebido de la tecnología, o la prolongada exposición a ella.

La causa de esta enfermedad tecnológica tiene que ver con que la columna en posición normal, esto es, con la cabeza erguida, soporta un peso de hasta 5 kilos. Pero cuando realizamos una inclinación de la columna de hasta 60 grados, la sobre exigimos con hasta unos 60 kilos.

Un estudio realizado por el Hospital Municipal de Vicente López Bernardo Hussey entre junio del 2014 y junio de 2016 determinó que de 162 casos estudiados, el 70% correspondía a cervicalgias asociadas al text neck, y el 30% restante relacionados con lumbalgias.

“Se detectaron síndromes asociados al mal uso o uso excesivo de la tecnología con un gesto repetitivo sedentario”, afirmó García, en pacientes entre los 13 y 44 años.

Por su parte, la Kinesióloga Luciana Laino afirma que “Normalmente, la postura se empieza a alterar durante el crecimiento, y sumado a la computadora y al celular, si no se hace actividad física es casi inevitable que se sufra una rectificación cervical (la columna pierde la curvatura normal y se vuelve totalmente recta)”.

Para contrarrestar estos efectos, los especialistas aconsejan colocar la notebook a una distancia equivalente o apenas debajo de los ojos. Otros hábitos que pueden ayudar a evitar estas enfermedades tecnológicas son enviar notas de voz a través del celular, en lugar del uso excesivo del texto, que nos provoca forzar la columna.

Si bien es cierto que la vorágine de la vida actual hace dificultoso evitar el uso de la tecnología, debería inculcarse, sobre todo entre los jóvenes, la práctica de deportes para evitar tantas horas frente al televisor o computadora.

La tecnología ya forma parte de nuestras vidas, y ha llegado para quedarse. Por ello, debemos apostar a la prevención y concientización acerca de estas enfermedades, para corregir posturas dañinas para nuestra columna que repercutirán en nuestra salud general.